El pasado martes, día 15 de septiembre, dimos a conocer la creación en Euskadi de la “asociación vasca para la defensa de la seguridad vial STOP VIOLENCIA VIAL/ Bide segurtasunaren defentsarako Euskal elkartea STOP BIDE INDARKERIA.
Al acto acudieron los miembros que componen la Junta Directiva, algunos socias/os y diferentes medios de comunicación.
La presentación corrió a cargo de la presidenta Rosa María Trinidad y la Vicepresidenta Juncal Trepiana.
Rosa María Trinidad expuso los motivos que les ha llevado a impulsar la creación de esta asociación y los objetivos por los cuales trabajarán, entre los que destacan:
Queremos llegar a conseguir 0 fallecidos por Violencia Vial en nuestras carreteras, este es un objetivo alcanzable que con la ayuda de todos debemos intentar lograr.
La educación vial debería de estar incluida en el curriculum escolar, hay que invertir en nuestras/os pequeñas/os, que crezcan con conocimientos y valores, ya que ellos serán los futuras/os conductoras/es y ese es un acto que conlleva una gran responsabilidad.
La atención a la víctima, se tienen que tener en cuenta las necesidades de las víctimas, ésta tiene que estar en el centro del proceso judicial, tiene que ser escuchada, atendida y resarcida, no solamente a nivel económico sino también moral y socialmente. Tenemos un Estatuto de la Víctima, que no siempre se aplica correctamente.
Pedimos más castigo para los infractores, cuando alguien arrebata la vida a otra persona por su irresponsabilidad debe de pagarlo con penas de prisión, a la sociedad hay que decirle que ese tipo de comportamientos serán castigados con mucha más dureza de lo que lo son a día de hoy, este tipo de actitudes al volante no se deberían de consentir, un vehículo en manos de una persona irresponsable es un arma de matar y como tal debería de ser contemplado legalmente.
Además de estas reivindicaciones, entre otras, también queremos hacer alusión a la actual situación y consideramos que es el momento del cambio hacia una movilidad sostenible.
Vivimos en una sociedad que tienen una gran dependencia de la movilidad. Por ello, debiéramos lograr un equilibrio entre las necesidades de movilidad, los desplazamientos seguros y una adecuada protección medioambiental, además de interiorizar que reducir el uso del vehículo privado, va a mejorar nuestra calidad de vida, si lo sustituimos por otros medios de transportes que consigan desplazar mayor número de personas o bien sean más ligeros, nos ofrezcan una mayor fluidez en las ciudades, ocupen menos espacio, que nos hagan llegar antes y que tengan una menor huella ecológica, como la bicicleta o los monopatines.
Si este ha sido el mensaje que nos ha llegado en mayor o menor medida en los últimos años, y en esta línea se han realizado muchos esfuerzos por parte de la sociedad y de las administraciones, en este momento este mensaje puede estar en peligro debido la situación provocada por el COVID-19, , por el miedo al contagio y al estar en lugares confinados y compartidos que nos está llevando a la reducción del uso del transporte público y al aumento del uso del vehículo privado, incluso elevando las ventas de vehículos de segunda mano.
Por lo tanto este tema es algo en lo que se debiera trabajar, tanto a nivel individual, como desde las empresas y administraciones, el poder compaginar la pandemia con la reducción de la congestión y alcanzar así muchos beneficios, entre ellos mejorar la seguridad vial, la salud de nuestra sociedad y la del medioambiente